martes, 30 de marzo de 2010

¡Que el tiempo no te cambie!

Así es el título de uno de los grandes éxitos del conocido grupo hispano - argentino "Tequila". Parece un imperativo un poco utópico, es como decir...que la lluvia no te moje, por muchos paraguas que existen.
Amigos, el tiempo irremediablemente nos cambia, y si hay suspicacias a la hora de utilizar ese término, digamos entonces que nos "modifica", nos "evoluciona", nos "madura", utilicemos el eufemismo que queramos, es sólo eso, eufemismo, toda evolución, toda madurez, es cambio, la vida es cambio, cambio, continuo cambio.
Como ya he dicho es una frase utópica, imposible, por mucho que lo intentemos no podemos pretender ser los mismos que siempre hemos sido, y no es que no podamos, sino que no DEBEMOS. La madre naturaleza hace aparición cuando es necesario, y si la vida, destino o como queráis llamarlo lo quiere así, no somos nadie para intentar cambiarlo. Somos unas marionetas del destino, de la vida, del mundo en general. Marionetas del tiempo, de cada minuto y cada segundo que pasamos en esta vida. Nos consideramos mucho, el mayor depredador, EL SER HUMANO, pero no somos nada amigos, podremos dominar las cosas materiales, pero hay cosas que siguen escapando a nuestro alcance, y que se seguirán escapando.

Como en todos los ámbitos de la vida, todo tiene sus ventajas e inconvenientes, y pararme ahora a analizar profundamente un tema tan extenso como éste seria una locura por mi parte, así que como todo se puede resumir no va a ser menos ahora.
La principal ventaja que encontramos es el archiconocido concepto de MADUREZ. Qué concepto tan relativo amigos...¿qué cosas o quién decide si somos maduros o no? es algo tan relativo y tan abstracto que sería incorrecto autoproclamarse uno mismo como "yo, maduro". Para demostrar madurez hace falta una lista de tantas y tantas cosas...que siempre fallamos en alguna, por muy maduros que nos consideremos. Algunos están mas cerca de la madurez que otros, o mejor dicho, algunos demuestran ser más maduros que otros...o estar mas alejados de la inmadurez, que también podría decirse así, pero por mucho que hagamos siempre pasa algo que demuestra que nos falta siempre un poquito. Por muchos 20, 30, 40, 50 años...aún existen personas con 50 años que siguen peleando por temas que escapan a nuestro actual alcance, ya sea temas de herencias, peleas con la familia, problemas con la bebida, tabaco, etc. Mientras sigan existiendo tales problemas seguiremos estando lejos de la plena madurez.
Podríamos decir que toda década tiene sus trabas: la época adolescente y sus problemas de integración, aceptación, primeros amores, la década de los 20 y las típicas preguntas universales de a dónde voy, quién soy, qué hago aquí (preguntas, por cierto, que yo mismo he podido hacerme en este blog), la década de los 30 y la eterna búsqueda de la estabilidad absoluta, de la asentación, de la indeterminación, la década de los 40 y su temida crisis.
Nadie es perfecto, frase perfecta para sentenciar este párrafo. Nunca acaban los problemas, podremos acabar con los problemas propios de nuestra "época", pero seguirán y seguirán apareciendo cada vez más. Por eso mismo también podriamos sentenciar con algo así como: VIVE COÑO, VIVE, aprovecha los pocos momentos de felicidad que te ofrece la vida, huye de los problemas, sobre todo de los demasiado típicos.

Bueno, una vez analizada, o más bien echada por tierra la principal ventaja, pasemos ahora a motivar un poco el inconveniente más conocido, EL TIEMPO, LA EDAD.
Como hemos dicho antes, la madurez es relativa, podríamos decir que el tiempo, la edad...es relativa. Está bien, sabemos que no se puede luchar contra la edad física, por muchos "liftings" y por muchos arreglitos que nuestras maduritas se quieran hacer en la cara o en el cuerpo, pero para mí todo esto es sólo una fachada, una careta, de lás que ya he hablado también en este blog (se me van acabando los temas eh!), puede sonar a tópico pero no hay más verdad que ésta, y es que la auténtica, la verdadera edad que debemos tener en cuenta es la edad mental, hay personas con 16 años a las que envidio por su "madurez", y otras con 27 que echan bastanste en falta un retorno al pasado. Ojalá inventen pronto la dichosa máquina del tiempo y pudiéramos mandar de una patada a toda esta gente, no hay nada en el mundo que me haría tan feliz.
Bueno, que a lo que íbamos, que no debemos tomar como inconveniente la evolución física del cuerpo humano, debemos preocuparnos por cuidarnos lo máximo posible, hacer deporte de vez en cuando, que aparte de ayudar a mantener la compostura física, también nos ayuda considerablemente a tener una mente limpia y sana.
Como sentenciaría el poeta romano Juvenal: MENS SANA IN CORPORE SANO. Su sentido original es el de la necesidad de un espíritu quilibrado en un cuerpo equilibrado. Bueno, quizás el cuerpo con el paso del tiempo se desequilibre poco a poco, pero nuestra máxima preocupación debe ser el espíritu, en el sentido de mente, de pensamiento. Pensamiento, único concepto del cual nunca nos podrán librar, nos encierren donde nos encierren y nos hagan lo que nos hagan. El pensamiento os hará libres.

Espero que haya quedado claro mi mensaje, que por mucho vocabulario o por muchas citas que haya utilizado, todo se reduce a esto: sabemos que es imposible frenar el paso del tiempo, pero tenemos el arma más poderosa para esta batalla, y es nuestro pensamiento, nuestra forma de vivir o de interpretar la vida. Si demostramos estar lo más cerca posible de la madurez el espacio - tiempo quedará en un segundo plano.

¡Que el tiempo no te cambie!

No hay comentarios:

Publicar un comentario