sábado, 28 de noviembre de 2009

A veces

A veces, uno se levanta y parece como si no fuese la misma persona que la noche anterior se acostó en esa misma cama. Eso sucede a veces, y en ocasiones necesitamos un periodo de adaptación hasta que volvemos a coger conciencia.

A veces, algún poder demoniaco se apodera de nosotros, y nos lleva a hacer cosas que en otras condiciones sería impensable que podamos hacer. Y no, no estoy hablando precisamente de la borrachera común, yo hablo de algo más.

Y es que a veces, nos topamos con otros sentimientos que en otras ocasiones hemos envidiado, ¿amor?, no sé si el amor en sí existe, pero es la sensación que más estupidos hace que nos volvamos: tartamudeos, taquicardia, ligero síntoma de imbecilidad e idiotez. Cuando hablo de todas estas sensaciones, a priori todo el mundo huiríamos de ellas. A veces lo odiamos cuando se apodera de nosotros, otras lo echamos de menos cuando no es así, pero en el fondo este concepto nos hace a todos un poco masoquistas. Nos gusta sufrir, eso sí, por amor.

Digamos que nadie es dueño de sus sentimientos, nos creemos dueños de nuestro cuerpo, de nuestras creencias, pero es imposible que podamos controlar eso que sentimos por dentro, esos impulsos involuntarios que se producen en nuestro cerebro, y es que todo esto sólo son impulsos eléctricos, además involuntarios, unos impulsos que, ilusos de nosotros, pensamos que podemos dominar, pero eso nunca sucede, ni a veces.

1 comentario:

  1. Enhorabuena loco!!!tus cronicas son interesantes pues creo que llevas razon a veces esos sentimientos no se controlan pero tambien depende de en que lugar te encuentres...si enamorado o si recientemente has sufrido una desilusión lo cual creo que tu corazón está un poquito decepcionado pero la vida enseña y recompensa...muy bonita esta entrada;)

    ResponderEliminar